«La verdad es que fue muy humillante ver a carabineros buscándome a mi, en mi casa, porque yo trato de seguir viva. Yo le decía entienda señor carabinero, que si usted se lleva mis plantas, usted me mata. Es lo mismo que si pusiera una pistola en la cabeza y me disparara».

Tegualda Inostroza tiene 57 años y fue diagnosticada con depresión a los 17. Ha sido un camino difícil, porque «antes no se hablaba de estas cosas, estaba enferma y no sabía qué era o por qué». Después de un intento de suicidio y una reacción por abstinencia a los fármacos, Tegualda encontró el cannabis. A los 17 años a le diagnosticaron depresión, «se supone que endógena o genética pero nunca me lo aseguraron o confirmaron», relata.

Tegualda Inostroza, Paciente